Desde el pasado 13 de marzo de 2020, Andorra también vive en estado de confinamiento.
Como en Francia y en España, se suceden los decretos con medidas excepcionales para hacer frente a la situación de emergencia sanitaria causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
La actividad comercial y turística, uno de los principales motores económicos del país, se para. La prioridad es clara: controlar la expansión del virus para no colapsar el sistema sanitario y mantener la población lo menos afectada posible.
Estado de alarma: cierre o teletrabajo
La población toma conciencia de la situación y actúa en consecuencia. Las empresas que pueden hacerlo, se movilizan rápidamente para aplicar medidas de teletrabajo para seguir con su actividad. Las que no, cierran puertas. Los supermercados y establecimientos de alimentación no se detienen y hacen posible que todos los ciudadanos sigan teniendo alimentos frescos cada día. Eso sí, con las máximas precauciones y siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Las escuelas, tampoco se quedan atrás. Desde el primer día de suspensión de las clases, se habilitan medidas para seguir con los planes de estudio desde casa de forma telemática, con soporte telefónico en los casos necesarios.
Rápida actuación de gobierno y ciudadanos
Salvo contados casos, las directrices dictaminadas por el Gobierno se han adoptado de manera rápida y colaborativa por parte de la población y el tejido empresarial del país. Ciertamente, el hecho de ser un país pequeño, facilita la coordinación de movimientos y el entendimiento para actuar de forma casi inmediata en pro del bien común.
Desde el minuto cero, la maquinaria legislativa del Gobierno se ha puesto en marcha para la elaboración de una ley que ampare a los trabajadores del país, pero que al mismo tiempo apoye a las empresas establecidas en Andorra. De momento, ya se sabe que podrán aplazar los pagos de recibos de consumos de teléfono y electricidad, así como de cotizaciones a la seguridad sociales y pago de tributos.
Excelente sistema sanitario, sobredimensionado para la población local
Andorra cuenta con un sistema sanitario público valorado entre los mejores del mundo. Pero además, es un sistema sanitario pensado para absorber a la población local más la llegada de turistas que año tras año nos visitan en invierno (época de máxima afluencia). Por este motivo, nuestro sistema sanitario tiene más posibilidades de no llegar al colapso (como ha ocurrido en países vecinos). Sin embargo, gracias a la coordinación público-privada y en la experiencia en la actuación de los países vecinos, ya se dispone de un plan de emergencia que permitiría ubicar los afectados en caso de falta de camas en el hospital.
Menos densidad de población y ambiente más limpio
Las condiciones ambientales de Andorra han sido también beneficiosas para la contención del virus. Antes de que se decretara el confinamiento, el día a día en el país distaba mucho del de los grandes núcleos urbanos. En Andorra las concentraciones de población quedan lejos de ser masivas y las empresas son en su gran mayoría micro y medianas empresas.
Casos positivos controlados
Pasadas tres semanas de confinamiento, el país cuenta con 439 casos positivos por Covid-19. De estos, 50 han sido hospitalizados, entre ellos 17 personas ingresadas en la UCI. El coronavirus se ha cobrado 16 vidas, la mayoría personas octogenarias.
La información sobre la situación sanitaria llega puntualmente a la población vía boletines televisivos de la mano del ministro de sanidad y del portavoz del gobierno. Las consignas y recomendaciones a los ciudadanos son claras; también el resultado de todas las actuaciones que el país ejecuta en bloque. Parece que la «curva» aplana en los últimos días.
En estas semanas de confinamiento, el equipo de Advantia Assessors continúa en activo en modalidad teletrabajo para garantizar el mejor servicio a sus clientes particulares y empresas. Esperamos que las medidas decretadas nos devuelvan la normalidad a nuestro día a día.